Guía para frivolizar sobre el mundo gamer

Hoy les traía un artículo superchulo, mega currado porque soy así de buena gente, ¿qué le voy a hacer? Hablaba sobre lo difícil que es crecer siendo mujer en un mundo de hombres, donde constantemente te faltan referentes femeninos «de poder» que imitar, porque solo se promueve un tipo de poder aceptable y hegemónico, que es tener títulos, estudios, trabajos con más títulos, coches, aplausos, reconocimientos… “Meritocracia” le suelen llamar hoy en día. 

Pero es que no, lo he cambiado, me he indignado con Moderna de Pueblo y Cristinini… Que conste que me gustan las dos, eh, son geniales. Una visibiliza a las mujeres gamers en la industria y la otra hace unas viñetas con un contenido de crítica social importante, muy creativas y mega curradas. 

Sin embargo, la última viñeta que lleva de nombre “Guía para entender el Mundo Gamer”, me ha dejado a cuadros, patidifusa, en shock, y todos los adjetivos que se te ocurran para sorprenderte. Es como: ¿qué está pasando? ¿Qué me he perdido? ¿Acabé en Mordor y no me di cuenta? (Que en Mordor vivo, y bien a gusto 😊) 

El punto es (que me disperso, lo siento querida gente que me lee…) que, como mujer con poder y referente de la industria, hagas una colaboración con una persona que como ya mencioné antes, hace críticas sociales y no lo aproveches. Solo utilizas el medio para hablar de cosas banales y superficiales, no atreviéndote a visibilizar un problema que sufrimos a diario las mujeres en cualquier ámbito, pero sobre todo en los videojuegos y es esa infravaloración y presión de constantemente estar probando que «sabemos jugar», como mencioné en mi artículo anterior, sacando nuestro carnet gamer

Una viñeta que realmente siento que frivoliza y minusvalora los problemas que todas las personas que consumen videojuegos sabemos que están ahí  –en especial las mujeres– porque lo sufrimos. Problemas de los que no se habla, un secreto a voces, y ante el que pocas personas se posicionan, no vaya a ser que te tachen de “feminazi”, y ya no seas tan consumible como producto. Porque sí, en pleno siglo XXI hay gente que todavía piensa que no posicionarse en contra de algo, aunque no estés de acuerdo con los ideales de la persona que oprime, es apoyarte. Pero les tengo una respuesta: NO LO ES.

«¿Qué responsabilidad tiene una figura pública? Para mí, mucha.»

La Rousse.

Esto me lleva al cuestionamiento que me hago diariamente sobre las personas que tienen influencia en cualquier medio, industria, país, etc. ¿Qué responsabilidad tiene una figura pública? Para mí, mucha. Hablar sobre cosas que nos pasan y sufrimos no es victimizarnos. Mucho menos cuando el problema es sistémico, porque resulta que no solo me ocurre a mí o le ha podido ocurrir a Cristinini, es que le pasa a la chica que camina por la calle, tu vecina, tu madre y cualquiera que sea mujer. Encontramos un patrón y no es “solo soy yo”.

captura-comentarios-guia-gamer-moderna-pueblo

Si nos damos un paseo por los comentarios del post encontramos lo que realmente les importa a las chicas que consumen videojuegos. Esas problemáticas a las que se enfrentan a diario, que no es precisamente «que te tachen de guapa o guarra» como mencionan en la viñeta. Es ese machismo existente que te presiona a utilizar nicknames masculinos, a no hablar o utilizar moduladores de voz en partidas online, porque si no tienes que soportar una gran cantidad de hate. Además, si lo visibilizas recibes igual o más cantidad de comentarios del tipo “De todo se quejan las mujeres, el videojuego es así, a mí también me han insultado y no por eso me victimizo”, entre una larga retahíla, que es un no parar.

Y no entremos en lo poco visible que somos. Nos cuesta encontrar mujeres que digan que les gustan los videojuegos, o visibilizar esos referentes que son tan importantes para que las demás se atrevan a jugar. Viendo su clan solo me acuerdo del tropo de la Pitufina. Ella es la única en un mundo masculino, reforzando estereotipos que tiene la sociedad de las personas que juegan a videojuegos.

Además eso de normalizar la violencia en la última viñeta me parece algo poco recomendable, TODO SEA DICHO. Eso de «es que como chicas tenemos que aguantar que…» ¿Aguantar? ¿Por qué tenemos siempre que aguantar? ¿Por qué tenemos que soportar esas conductas o comentarios? 

Eso es lo que aún hoy me sigue resonando y que muy pocas personas dentro del sector admiten. Que hay sexismo y machismo por todas partes. Aunque ahora nos digan que “todo es machismo y todo es patriarcado». 

Deberíamos de ser un poco más conscientes sobre lo que compartimos y cómo reflejamos lo que hemos vivido. 

¡Hala! Otro viernes para el año.