Presión estética gamer

Las mujeres vivimos en una constante presión estética por nuestro físico: «muy alta o baja, muy delgada o gorda, no tiene tetas, no tiene culo». «Podrías operarte, podrías engordar, podrías adelgazar, podrías quererte un poco más». Tú también podrías callarte un poco y guardarte tu opinión. No te la he pedido. 

Desde que somos pequeñas nos vemos sometidas a ser el reflejo de lo que la sociedad espera de nosotras. Si eres una niña gorda “no está bien” porque ser gorda no es aceptable. Si eres muy blanca, muy negra, poco femenina… Mientras creces y te haces adulta se incrementa la lista de lo “no aceptable”: la celulitis, los michelines, las estrías, el vello corporal. Todo es evaluado y criticado al punto de ser tóxico, afectar en la autoestima y en cada faceta de tu vida.

«No existe una mujer perfecta o estándar. ¡Despertad!»

La rousse

¿Y por qué hablamos de esto si es un blog de videojuegos? Aunque se nieguen a aceptarlo, la presión estética está en todos lados y los videojuegos también influyen en ello. ¿Por qué? Porque es un medio cultural donde las mujeres se ven representadas de forma no realista. 

Si evaluamos la presencia femenina en los videojuegos, solo vemos cuerpos, cuerpos y más cuerpos, no personalidades, no la historia, no un personaje, sino lo guapa o atractiva que es o deja de ser. El culo tan bonito que tiene o las tetas tan hermosas. Ser sexualizada es algo tan naturalizado como estornudar. 

Si damos un paseo por Youtube o buscamos en Google solamente “los mejores traseros del LOL”, en ese conteo en su mayoría aparecerán personajes femeninos que tienen “atributos” bastante exagerados, y además los juegos nos dan oportunidad de tener distintas skins que “resalten” dichos atributos. 

captura-presion-estetica-2

Todo esto ha conllevado en la creación de un nuevo prototipo de cuerpo. Según el estudio “La diferencia sexual en el análisis de los videojuegos” del Ministerio de Educación y Ciencia español en 2004, donde se analizan los personajes femeninos, se concluye que estos se encuentran totalmente sexualizados y que las medidas de los cuerpos de los personajes femeninos son 90×2, 60, 90… vamos el cuerpo que tiene la mayoría de la población femenina del planeta. Podrías pensar: “La Rousse, ese estudio es de hace 15 años, estamos en el 2021, hemos cambiado mucho, el avance…” pero, que no te engañen, ¡no es así!. 

Toda esta presión la podemos presenciar en distintas comunidades, no solo en la del LOL, sino también en la de Overwatch donde, trayendo a colación el post de ayer en Facebook en el que hablábamos de Geguri, una jugadora excepcional e increíblemente talentosa que se vio envuelta en un escarnio público. Se formó un circo mediático alrededor de su imagen corporal porque estaba “gorda”. Fue tanta la presión y el acoso recibido que tuvo que pedir disculpas por ser ella misma, por el corte de cabello que llevaba, por no ser lo suficientemente guapa, por no poder ser “una mujer deseada” y porque, sorpresa, sorpresa… no cumple con esos estándares que se han establecido. 

top-culos-lol-captura

En contraposición tenemos que algunas de las streamers o chicas que también se atreven a jugar o hablar de videojuegos a menudo suelen ser chicas muy de prototipo: delgada, rasgos finos en su cara, cuerpos que en algunas ocasiones son operados para cumplir con los estándares de la industria, resultar ser más atractivas, y que cuando hacen sus directos suelen salir maquilladas, presentándose a sí misma como un producto “consumible”. 

Como ejemplo, en 2018 se formó un escándalo y total revuelo porque la streamer Pokimane se atrevió a salir sin maquillaje en uno de sus directos y fue duramente criticada por no ser “guapa” o por no parecer la misma chica que cuando usa maquillaje. Miles de artículos se le dedicaron porque era “sorprendente” cómo recibió tanto hate de la comunidad, sobre todo de hombres. No obstante muchas mujeres apoyaron a la streamer, se sumaron a la causa de salir sin maquillaje y visibilizar la diversidad de la “belleza”.

La crítica de este artículo no es si las mujeres deberían o no operar sus cuerpos, si son más o menos guapas, o por qué no se maquillan. La crítica es porque la sociedad considera que eres más atractiva o mejor para una industria cuando cumples unos estándares concretos, y que a su vez te flagela porque “eres guapa y lo tienes todo más fácil”, pero también te atacan si eres “fea”. No se contentan con nada.

¿La solución? No la tengo, una lástima, pero creo que un buen comienzo sería empezar a crear y visibilizar personajes femeninos que resaltan más allá de sus “atributos físicos”, con cuerpos diversos, de colores diversos. Esa es la verdadera representación porque vivimos en un mundo distinto, donde conviven y se mezclan muchísimas etnias y culturas.

No existe una mujer perfecta o estándar. ¡Despertad!