Este mes estrenamos nueva sección, donde analizaremos un producto cultural el último martes de cada mes. Así, podrás leer nuestra opinión individual y saber si te recomendamos, o no, es libro, película, serie… Nuestra primera reseña será para «Un mes en Tinder siendo mujer gamer» de Marina Amores y Daniel Muriel.

Cuando nos enteramos de que Blissy (pseudónimo con el que se conoce a Marina Amores) sacaría un nuevo libro, esta vez en colaboración con el sociólogo Daniel Muriel, nos pusimos en contacto con Applehead Team para hacernos con una copia, que amablemente nos cedieron.

La sinopsis del libro es la siguiente:

Vivimos en una sociedad marcada por una creciente cultura digital. Esto significa que muchos aspectos de nuestra vida cotidiana se ven mediados por tecnologías digitales. Las relaciones interpersonales, de amistad, de pareja y sexuales también entran dentro de este proceso, como demuestran Tinder y otras aplicaciones de ligue similares. Además, prácticas de ocio como jugar a videojuegos también comienzan a adquirir gran relevancia y se tornan hegemónicas en nuestra contemporaneidad, promoviendo identidades y culturas específicas. En ambos ámbitos se observan, de forma particularmente pronunciada, discursos y conductas machistas que reflejan y reproducen esquemas fuertemente arraigados a nivel social. Este libro parte de una pregunta que aúna estas dos realidades: ¿qué ocurriría si una mujer abriera un perfil en Tinder mostrando una identidad abiertamente gamer? La obra es, por lo tanto, el resultado de un experimento sociológico en el que durante un mes los autores interactuaron con más de trescientos usuarios de la plataforma Tinder a través de un perfil de mujer gamer. En este texto se exploran y analizan algunos de los patrones de conducta y discursos que muestran las asimetrías en las relaciones de género, la preponderancia de actitudes machistas e incluso misóginas, y las violencias cotidianas que se producen en contextos heteropatriarcales. Estamos ante un breve ensayo que hace accesible, con numerosos ejemplos extraídos de las centenares de interacciones llevadas a cabo, las temáticas propuestas que se basan en algunos de los preceptos fundamentales del feminismo y la sociología. Este libro permite a sus lectoras y lectores acercarse, de un modo claro y atractivo, a lo que ocurre cuando se cruzan cuestiones relacionadas con el género, la identidad gamer y las relaciones personales.

¿Cumplirá el libro con lo que nos promete o, por el contrario, nos dejará de piedra? Sigue leyendo para conocer la opinión de nuestro equipo.


Si nunca te has parado a pensar en las problemáticas que sufren las mujeres gamers este libro te puede resultar interesante y aclarar todas ellas de manera sencilla e ilustrativa. Sin embargo, ese no es mi caso, por lo que para mí que ya conocía del tema, no hay nada sorprendente en este libro (salvo por el funcionamiento del algoritmo de Tinder). Las mujeres gamers como un ejemplar exótico que tiene que ser puesto a prueba para ver si es una real gamer y no una poser, son las principales cuestiones a tratar, por supuesto sin olvidarnos del acoso, la cosificación y sexualización de las mujeres gamers convirtiéndolas en un simple fetiche morboso. Básicamente los mismos problemas que sufren muchas mujeres en cualquier otro ámbito u hobby pero en este caso todo con un tinte gamer.

 

Valoración: 2 sobre 5

Sheila Muñoz

CEO, Hecate Comms

Las problemáticas que se plantean son bastante conocidas por las mujeres del sector. Pudiendo constatarse una vez más que el patriarcado lo impregna todo, hasta ese hobby de “raritos”, donde las mujeres tienen que validarse a través de la aprobación constante de los hombres, ya que, su identidad es cuestionada siempre. Y es que en ese imaginario colectivo las mujeres no pueden ser real gamer, y lo que tenemos como resultado es ese mismo imaginario saludándote constantemente desde todos sus frentes, donde se despoja a la mujer de ser una persona para convertirla en una cosa única e inigualable.  Todo esto porque en nuestra sociedad se sigue perpetuando ese rol de “mujer ideal”, ese inalcanzable puesto que solo pueden ostentar algunas pocas, con aprobación masculina, claro está.

 

Valoración: 2,5 sobre 5

Fergie Avila

COO, La Rousse

Aunque es complicado discernir qué papel ha tenido cada una de las autoras en la confección del libro es interesante apreciar cómo la mujer gamer sigue haciendo frente a las mismas problemáticas en cualquiera de las esferas de su vida. Su hobby principal se convierte en motivo de ninguneo por parte de los hombres constantemente. Estos, para los que la masculinidad hegemónica parece haber quedado vetada, ven peligrar su estabilidad como hombres cuando la mujer comparte sus mismos gustos. Así que la pregunta sigue siendo, ¿cuándo van a aceptar que no tienen que darle espacio a las mujeres? Ese espacio ya les pertenece, les guste a los hombres o no.

 

Valoración: 2,5 sobre 5

Braiyan Gabino

CCO, Transcultural